Hay recuerdos que sin saber el motivo se quedan guardados en nuestras pequeñas cabecitas para salir a la luz el dia menos pensado durante nuestra vida adulta.
A veces no prestamos la suficiente atención a nuestros pequeños ratones, pensando que son enanillos y no se enteran de nada, y no nos damos cuenta que algo que a nosotros nos pasa desapercibido a ellos se les queda grabado en la retina para toda la vida. Puede ser un aroma, una palabra o un sabor, ese que luego buscamos desesperadamente reproducir y nunca nos vuelve al paladar, porque no es un sabor lo que anhelamos, sino volver a esa edad en la que nada era lo suficientemente importante, nuestra seguridad estaba garantizada sólo con tener entre las manos el Clik de Famobil y la cama era el lugar donde íbamos a soñar aventuras y el mayor problema era el exámen de matemáticas del dia siguiente.
Uno de los recuerdos que yo tengo son los mejillones. Absurdo? quizá, pero es verlos y me retrotaigo a las tardes en los que los preparaba mi madre y yo le ayudaba a quitarles una de las cáscaras. Seguramente para ella era un estorbo tenerme tropezando por la cocina, pero a mi me fascinaba estar presente durante el proceso de mejillón cerrado a cal y canto,negro y poco apetecible y pasar luego a ese llamativo naranja sabrosón.
Hoy he preparado con el pequeño ratón estos mejillones y ha sido el quien ha retirado una de las cáscaras...que vueltas más raras de la vida a veces.
Ingredientes:
* 1 kl Mejillones
* 1 Cebolla
* 2 Dientes de Ajo
* Una cucharada de Harina
* Una cucharada de Pimentón de la Vera
Elaboración:
- Limpier bien los mejillones quitándoles las barbas y las adherencias.
- Poner en una cazuela ancha y abrir al vapor.
- En una sartén pochar la cebolla bien picada junto con el ajo. Cuando está dorada añadirle la harina y el pimentón dar una vuelta rápida y agregarle el caldo colado de los mejillones.
- Dejar hervir unos minutos, hasta que la salsa espese añadiendole un poco de agua si fuese necesario.
- Separar una de las cáscaras de los mejillones. Dejar este trabajo a los ratoncillos, no es una molestia, es un futuro recuerdo.
- Ir colocando los mejillones dentro de la salsa y servir calentitos con varias barras de pan para que no falte, yo aviso, por menos han comenzado eternas guerras familiares.
Síííííí, ¡ Qué ricos ! Con pan, con mucho pan....
ResponderEliminarUn abrazo para ti y el ratón,
María José.
Qué gracia me ha hecho leer que no soy la única que usa la cáscara par beberse la salsa, y ese sonidito que se hace,jaja, es que está tan bueno.... Un beso para tu ratoncito, para tí y tu despensero
ResponderEliminarja ja
ResponderEliminaryo también utilizo la cáscara y pan mucho pan!!!!!!!!
Que ricos...uno de mis platos preferidos,provaré esta nueva receta,me encanta tu blog,seguiré visitándote,hasta pronto!!
ResponderEliminarMº Jose,entre tanto pan y tus tartas voy a acabar redonda..pero eso si,muy,muy feliz.Estoy ansiosa por ver tu receta de esta semana, siempre me sorprendes.
ResponderEliminarElvira y Su,lo de la cáscara sopera ya veo que es universal..ya estamos listas para irnos a una isla desierta.ja,ja.
Gracias Elena y Bienvenida a tu casa.
Hola Lur bonita, te he seguido hasta tu casa ;-)
ResponderEliminarQué gracia me ha hecho lo de la cáscara. En casa lo llamábamos "comer en barca" jejejee tonto era el que no se comía la salsa a "barcazos" con la cáscara de los mejillones. :-)
Que conste que con las almejas y la salsa hago exactamente lo mismo :-) mmmmmmm...